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Revisión de cerraduras y manivelas: evita urgencias innecesarias

Las cerraduras y manivelas están en constante uso. Las abrimos y cerramos cientos de veces sin prestarles atención, hasta que un día fallan. Y cuando eso ocurre, el problema suele pillarnos por sorpresa y en el peor momento.

Lo que muchas personas no saben es que, como cualquier mecanismo, las cerraduras también necesitan mantenimiento. El polvo, la suciedad, el desgaste de los componentes internos y la falta de lubricación pueden hacer que, de repente, una puerta no se abra o una llave se parta dentro de la cerradura.

Problemas más comunes cuando no revisas tus cerraduras y manivelas

  • Manivelas flojas o bloqueadas: Los tornillos se aflojan con el uso y las piezas pierden firmeza. Al principio la manivela baila un poco, luego se mueve demasiado… y un día, simplemente, se queda en tu mano.
  • Cerraduras que giran en falso: Metes la llave, giras y… nada. Como si intentaras abrir el aire. Esto suele pasar cuando el bombillo está desgastado o el mecanismo interno ha acumulado suciedad.
  • Llaves que se parten dentro de la cerradura: Si cada vez tienes que hacer más fuerza para girar la llave, es una señal de alarma. Ignorarlo puede hacer que la llave se rompa dentro de la cerradura, dejándote fuera (o atrapado dentro).
  • Fallo del resbalón en puertas de baños y habitaciones: Un problema frecuente en casas con niños y personas mayores. El resbalón de la cerradura se atasca y la puerta queda bloqueada desde dentro.

Niños y personas mayores encerrados: la urgencia más habitual en cerrajería

Si hay una llamada de emergencia que los cerrajeros recibimos a diario, es esta: “Mi hijo se ha quedado encerrado en el baño” o “Mi madre no puede abrir la puerta de su habitación”.

Lo que empieza como un pequeño problema puede convertirse en un verdadero susto:

  • Los niños suelen encerrarse jugando o por accidente. Pero si el pestillo se atasca, no pueden abrir la puerta, aunque lo intenten.
  • Las personas mayores pueden tener dificultades para accionar una manivela deteriorada o encontrarse con una cerradura que de repente ha dejado de funcionar.

Y aquí es donde muchos se ven obligados a llamar a un cerrajero de urgencia, con el sobrecoste que eso implica.

Mantenimiento: la clave para evitar urgencias y gastos extra

Las cerraduras no fallan de un día para otro. Dan señales. Pero si no las ves o las ignoras, un día te encontrarás con una puerta que no abre… y con una factura de urgencia que podrías haber evitado.

Si quieres evitarte sustos, lo mejor es hacer una revisión básica cada cierto tiempo.

¿Qué incluye una revisión de cerraduras y manivelas?

  1. Revisión y ajuste de manivelas sueltas o desgastadas. Evitamos que se aflojen o se rompan de golpe.
  2. Limpieza y engrase de cerraduras, especialmente en puertas blindadas. Un mecanismo seco es un mecanismo que tarde o temprano fallará.
  3. Comprobación del estado del bombillo y del mecanismo de cierre. Si hay un desgaste excesivo, mejor detectarlo a tiempo.
  4. Identificación de posibles fallos antes de que se conviertan en un problema. Porque es más fácil prevenir que arreglar una cerradura rota.

Revisar tus cerraduras es rápido, sencillo y mucho más barato que llamar a un cerrajero de madrugada.

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